Obra: Divina
Pastora de las Almas
Fecha: Segunda mitad del s. XVIII
Autor:Anónimo.
Procedencia: Iglesia
de Santa María del Castillo, Fuentesaúco (Zamora)
Divina Pastora. Museu Comarcal de Manresa |
Imagen de pequeño tamaño (inferior a los 50
cm) que se veneraba en el ático de un retablo lateral de la iglesia de Santa
María del Castillo hasta su cierre en 1974. La representación de la Divina
Pastora sigue los cánones de las estampas y grabados extendidos por los
conventos capuchinos a lo largo del siglo XVIII y que altera parcialmente la
visión de fray Isidoro de Sevilla al incluir en el regazo de la Virgen al Niño
Jesús.
La Virgen aparece sentada sobre un risco, viste
túnica roja, manto azul sobre el regazo, pelliza de piel y velo en color verde
agua, el conjunto se completa con un simpático sombrero realizado en tela y
flores secas. El cabello le cae a ambos lados de la cara enmarcando el rostro
de líneas redondas y delicada encarnadura, en su mano derecha agarra el cayado
propio de su advocación y ampara a una
de las ovejas, mientras con la derecha sostiene al Niño Jesús. El Niño Jesús se
asienta sobre la rodilla izquierda vestido con una túnica de piel, con el mismo
tratamiento que la pelliza de la Virgen.
La talla central se completa con cinco ovejas
marcadas con el anagrama de María y dos ángeles. La descontextualización de la
pieza impide saber cómo se disponía el conjunto pero la disposición de los
ángeles podría incluir una corona de orfebrería o una filacteria que
sostuviesen sobre la imagen de la Virgen, tal y como reflejo el pintor Alonso
Miguel de Tovar en la primera representación de la visión de Fray Isidoro de
Sevilla.
Divina Pastora, Toro. |
En la base del risco aparece una inscripción
pintada en el que se lee parcialmente “…..RO
(¿retablo?) de la Msa (milagrosa)
Ymagn de la DIVNA
PASTORA es de Dn FeZ MnBz”
, que parece indicar un notable veneración a la advocación de la Divina Pastora
de las Almas. Su presencia en Fuentesaúco puede deberse a las predicaciones de
los Operarios del Evangelio del
Colegio de Misioneros Capuchinos de Toro (fundado en 1765) que expandieron la
devoción a la Divina Pastora por la provincia
de la Encarnación de las dos Castillas. Según se recoge en La Divina Pastora, Madre del Buen Pastor
Jesucristo, del misionero apostólico de la Orden de Capuchinos Fermín de
Alcaraz escrita en 1831, los operarios del evangelio predicaban anualmente la
penitencia a lo largo de las dos Castillas, Galicia, Asturias y la corte de
Madrid, siendo común que ante el fervor despertado por la devoción a la Divina
Pastora de las Almas que han sido varios
los monumentos de culto y veneración erigidos en varios pueblos en obsequio de
la Divina Pastora, especialmente en los principales del obispado de Zamora.
Siguiendo el modelo de la Divina Pastora del Convento Capuchino de Toro, hoy en
día convento del Sagrado Corazón de los Mercederios Descalzos, encontramos esta
pequeña imagen de Fuentesaúco, y las dos que se conservan en la ciudad de
Zamora, la de la iglesia de San Ildefonso (a cuyas funciones acudía el
ayuntamiento) y la del Hospital de Sotelo, hoy en el Conservatorio de Música y
que tuvo una gran devoción en la feligresía de San Esteban.
Javier Prieto.
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